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5 de mayo de 2010

Insomnio


23:00 va siendo hora de acostarse.

¿No puedes dormir? Si es lo más fácil del mundo, sólo tienes que cerrar los ojos…

Cerrar los ojos y no pensar.

Cuántas veces habré oído esa frase, y cuántas he preferido no contestar.

23:30 todo en silencio menos tus pensamientos.

Deja la mente en blanco, no, que sea todo negro, nada de abrir la oficina de reclamaciones, prohibido pensar, el día ha terminado y mañana ya se verá.

“El sueño es esencial para la salud, para la regeneración del organismo y la longevidad. Si no duermes bien sabes que tu vida se ve afectada: tanto en el trabajo como en tus relaciones personales e incluso en tu capacidad de concentración.”

Eso indica el folleto que me dejaron sobre consejos para dormir mejor. Claro que eso lo entienden los médicos, las personas que te rodean no caen en qué medida puede llegar a afectarte a tu vida diaria.

24:00 medianoche y poco me falta para aullar a la luna.

Suelta la tensión de tu cuerpo, despeja la mente.

Es increíble cómo aumenta el número de personas en el mundo que sufre insomnio, debido evidentemente al ritmo de vida actual que nos genera ansiedad y estrés.

01:00 principio de angustia.

Haz ejercicio para agotarte, pero no más tarde de las 19:30.

Qué fácil es que te mareen con órdenes y consejos sobre lo que deberías y no deberías hacer cuando en realidad no sólo no dan resultado, sino que incluso entre los propios profesionales que te lo aconsejan se contradicen.

02:00 síntomas de agobio.

No tomes cafeína, ni cenes más allá de las 21:00.

Se va reduciendo tu libertad, tu vida se ve afectada por límites y barreras que para los demás no suponen nada.

Los programas de radio son el mejor aliado para hacer la noche más llevadera, aunque la mayoría tratan de personas que llaman para compartir sus problemas, lo cual aunque te hace sentir afortunado y valorar más lo que tienes no sirve de mucho para animar la situación.

A mi personalmente me ayuda oír voces, personas hablando que llegan a aburrirte en algún punto hasta que te quedas o bien dormido con los cascos puestos o en el punto justo para apagar la radio y coger el sueño, claro está, siempre con una ayuda previa.

03:00 aparece la desesperación.

No leas antes de intentar dormir porque activa el cerebro.

¿En qué quedamos, o es bueno hacer una actividad relajante o no se puede hacer nada? ¿Acuéstate a la misma hora o sólo cuando tengas sueño? ¿Levántate si no puedes dormir en media hora o no hagas nada que active el cerebro? Confusión.

04:00 movimiento constante.

No tomes ciertos alimentos, toma éstos otros.

Absurdo, quitando alimentos que sean excitantes lo demás no tiene sentido, si padeces insomnio no hay nada que hacer.

05:00 el tiempo pasa lentamente.

Toma tila, té especial noche, valeriana, dormidina.

Ya queda poco para que suene el despertador, a penas un par de horas y no has logrado pegar ojo, toda la noche en vela…una vez más.

06:00 el reloj se ha convertido en tu peor enemigo.

Acuéstate siempre a la misma hora, ídem para levantarte pero que sea pronto para estar cansado.

07:00 comienza otro largo día.

Acuéstate sólo cuando tengas sueño. Un baño antes de acostarse viene bien.

Algunos dicen que les gustaría que el día tuviera 48 horas, no lo dirán en serio, está claro que no saben de lo que hablan. Estar despierto y consciente del paso del tiempo durante 24 horas y continuar con el día siguiente es una tortura, de vez en cuando es bueno perder la consciencia y dejar de existir. No importa que el mundo siga girando si no estás despierto.

Todo se para mientras yo sigo girando.

08:00 tu rostro refleja tu interior.

Duerme en una habitación sin ruido, ni luz, a una temperatura adecuada, en un buen colchón, y si compartes cama es recomendable dormir en somieres diferentes para que el movimiento corporal no influya en el sueño.

Eso también lo dicen, ¡pero cómo no vas a dormir con tu pareja! Parece de locos la idea, pero la desesperación de una noche tras otra hace que vayas entendiendo…

No hay nada peor que no dormir y además no poderte mover libremente, la angustia crece por momentos.

Noche tras noche.

No te acuestes con hambre. No tomes líquido en exceso. No te esfuerces en dormir o aumentará la excitación y la ansiedad.

Pasan los meses.

No mires el reloj.

Piensa que la cama es para dormir y si no lo consigues en 30 minutos, levántate y sal del cuarto, realiza alguna actividad relajante.

Pasan los años.

Ve al psiquiatra, al neurólogo, a la clínica de estudio del sueño. Al homeópata, hazte acupuntura, bla, bla, bla.

Finalmente, algo más fuerte.

Somníferos.

Mi último recurso y el único.

Dicen que te tomes una durante un mes, que no crea adicción.

Sólo una, pero todas las noches del año.

7 años después me acuerdo que en su momento no supe si reír o llorar.

Hoy ya lo sé.

1 de mayo de 2010

Sonidos de colores


Rompe el sueño el despertador, comienza otro día más, subo la persiana,
me suena a amarillo matador.

Somnolienta me calzo las zapatillas, todo está un poco borroso.

Me dirijo al baño para asearme y abro el grifo,
me suena a azul obligado.

Me mojo la cara para lograr despejarme e intento definir mi imagen en el espejo,
el resplandor de la luz me suena a blanco difuso.

Mis ojos aún no se han acostumbrado, pero logro bajar las escaleras para desayunar,
café o batido, cereales o donuts, todo suena a marrón nutritivo.

Una voz grita desde arriba alertando que llegaré tarde al trabajo,
suena a rojo chillón.

Miro el reloj apresurando el último momento de calma que tendré en las próximas 8 horas,
suena a gris rutina.

Ya en mi cuarto consigo vestirme y arreglarme,
suena a rosa pintón.

Cojo mis cosas y cierro con llave. El motor del coche al arrancar suena a negro polución.
Hasta la salida de la oficina todo se torna en escala de grises, entre blanco cegador y negro asfixiante.

No obstante, ha sido un buen día, me han comunicado en un azul oscuro que no seguiré en la empresa por cuestión de recorte.
El alivio y la sensación de libertad me aclararon la vista.

Me pareció oir un despido rojo cantoso.

Bajando el ascensor azul eléctrico tras despedirme de algunos compañeros,
mi sonrisa es difícil de ocultar, mi rostro suena a naranja con suerte.

Me siento en el banco de un parque, la brisa de los árboles me suena a verde esperanza.

Disfrutando del transcurso de la tarde, sola, paso el tiempo pensando en mi futuro,
suena a rosa pastel.

Cae el atardecer en calma mientras asimilo la nueva situación, suena a morado ilusión.

La noche se aproxima, me he dado cuenta que a partir de ahora la vida serán sonidos de colores, me lo tomaré con tranquilidad, descansaré, aprovecharé el tiempo.

Todo se ve más nítido ahora.